domingo, 29 de septiembre de 2013

Web social y educación

Cultura digital, nuevas formas de aprender

Los profesores estamos ante un doble reto, por una parte, el de progresar en nuestra competencia digital y, por otra parte, el de contribuir a que nuestros alumnos realicen aprendizajes activos, con un alto grado de autonomía, y participen de forma responsable en la cultura digital actual. Ello quiere decir que tenemos que desarrollar nuestras habilidades y competencias como usuarios de las tecnologías de la información y la comunicación, pero también adoptar nuevas actitudes relacionadas con las nuevas formas de enseñar y aprender que -gracias a la expansión global de Internet- se están produciendo en la actualidad.

Nativos digitales

No han pasado tantos años desde que Tim O'Reilly definiera -allá por el año 2005- la nueva web a través de sus dimensiones social y colaborativa. Hoy en día no entendemos la red sino bajo estos parámetros, según los cuales compartir información y crear contenidos son actividades habituales en la comunicación del siglo XXI. Este cambio de paradigma tiene un reflejo en nuestras clases, profesores y estudiantes de español utilizamos herramientas y servicios que nos permiten comunicarnos e interactuar en el seno de una cultura digital a través del correo electrónico, redes sociales, blogs y wikis, o plataformas abiertas como Moodle (Downes, 2005). 

Pre-digital, ¿pretecnológico?
En la actualidad la presencia de la cultura digital en nuestras vidas diarias y en las aulas ya no tiene
vuelta atrás. Hoy sería muy difícil -por suerte- limitar o frenar la incidencia e inmersión de la cultura digital en nuestras prácticas docentes. La evolución vertiginosa que se ha producido en el mundo de Internet durante la última década y los cambios económicos, políticos y sociales han propiciado progresivamente cambios en nuestra mentalidad, cultura y educación. En este entorno tecnológico-digital, podemos pensar que los docentes tienen mucho que aportar y, por qué no, producir. Así, la expansión de la cultura digital en nuestra sociedad ha determinado que la presencia de las TIC en el aula de español sea, en la actualidad, incuestionable.

Aprendizaje 2.0, colaborativo

La nueva web ha traído nuevas actitudes y competencias, dejando atrás formas convencionales de enseñanza y aprendizaje. De hecho, no nos equivocamos al afirmar que la gran mayoría de los profesores de lenguas modernas estamos al tanto de los avances de los medios digitales y promovemos en nuestro entorno el uso de las TIC, aprovechamos su potencial didáctico y estamos implicados en el desarrollo de nuestra propia competencia digital. En una palabra, somos conscientes de que usar de forma efectiva las TIC es una competencia clave en nuestro desempeño profesional (UNESCO, 2008).

Nuevos perfiles docentes, Downes

Basta un minuto de clase para constatar que nuestros alumnos tienen “nuevos perfiles” (Aníbal de la Torre, 2009) muchos de ellos son nativos digitales, y al conocerse enseguida se intercambian sus números de móvil y direcciones de Facebook o Twitter, sin duda, son muy activos y creativos en la red. Pocos alumnos compran prensa escrita y, sin embargo, están bien informados de la actualidad a través de las fuentes digitales. Y es que la Web 2.0 está diseñada pensando en los usuarios. Esta realidad nos pone en evidencia que Internet no es una mera cuestión instrumental, y que los profesores de español podemos aportar mucho al desarrollo de estrategias de estudio autónomo de nuestros alumnos a partir de esta emergencia de la cultura digital (Tíscar Lara, 2005).


Longlife learning

Los docentes de idiomas, que trabajamos con la “materia prima” de la comunicación, tenemos ahora la oportunidad de impulsar -a través de la enseñanza de una nueva lengua- una implicación activa y consciente de los estudiantes en su proceso de aprendizaje a partir de los nuevos escenarios de instrucción y las nuevas actitudes que posibilita la red (Castaño y Palazio, 2006). El interés es grande, ya que si combinamos la enseñanza de un idioma con la asunción de los retos actuales de la cultura digital, entre los que destacamos además del longlife learning el aprender a aprender (a saber navegar para el conocimiento, a combinar el aprendizaje formal e informal), centramos enormemente nuestra actividad en el alumno.